Esta es mi segunda entrada de In-fértiles ¿Olvidadas por Dios?
Ana
Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida...
http://carolinagmx.blogspot.mx/2015/04/infertil-olvidada-por-dios-parte-i.html
Ya tiene tiempo que la quiero escribir, pero por una cosa u otra ha pasado el tiempo. Pero hoy que tuve un día "libre" por prescripción médica, me he dado a la tarea de actualizarme en mi blog y ha sido muy relajante poder hacerlo con tiempo. La anterior entrada estaba demasiado larga, así que he decidido esta vez solamente contar y profundizar en una de las historias, la de Ana una de mis favoritas.
Ana
Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida...
Ana tenía un esposo que se llamaba Elcana; El tenía como esposas a Ana y a Penina (recordando que en aquel tiempo se acostumbraba tener mas de 1 mujer, bueno algunos culturas aún lo permiten, en mi caso prefiero 1 sola esposa jejeje).
El caso es que Ana, no podía tener hijos, todos los años se iba en familia a hacer sacrificios de corderos a Dios, entonces Ana siempre estaba triste porque Penina si tenía hijos y Ana no, Ana era la esposa mas amada de Elcana, cosa que a Penina no le caía en gracia, entonces ella hacia alarde de los hijos que tenía para fastidiar a la Pobre Ana. Aquí les dejo unos pasajes:
(Samuel 1:1-8)
Hubo un varón del monte de Efraín, que se llamaba Elcana ...
Y tenía él dos mujeres; el nombre de una era Ana, y el de la otra, Penina.
Y Penina tenía hijos, mas Ana no los tenía.
Todos los años aquel varón subía de su ciudad para adorar
y para ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo...
Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio,
daba a Penina su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas,
a cada uno su parte.
Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana,
aunque Jehová no le había concedido tener hijos.
Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola,
porque Jehová no le había concedido tener hijos.
Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová,
la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.
Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes?
¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?
Me gusta como Elcana trataba de animar a Ana y decirle que su amor era grande hacia ella, ¿cuantas afortunadas somos de tener un esposo que nos anime y este al pendiente de nosotros?. Continuando con la historia de Ana, un día que fueron a dar los sacrificios, ese día Ana se levantó de la mesa después de comer; Se fue al templo a orar, sentia amargura y lloro desconsoladamente:
Con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.
Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva,
y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva,
sino que dieres a tu sierva un hijo varón,
yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida...
Samuel 1:9-11
La pobre Ana estaba tan triste ¿te has sentido alguna vez como Ana? Yo Sí.
El Sacerdote del templo (Eli) la observó, la pobre solamente movía la boca, tanto así que el sacerdote pensó que estaba borracha y le dijo:
¿Hasta cuándo estarás ebria? ... Y Ana le respondió diciendo:
No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu;
no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová...
Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue
la petición que le has hecho..
Samuel 1:13-17
Paso el tiempo y finalmente Ana dio a Luz:
Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana,
dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel,
diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová.
1Samuel 1:20
Pasa el tiempo y Ana, entrega al niño al templo para ser consagrado a Dios como había prometido. Samuel fue el profeta mas grande que tuvo el pueblo de Israel, antes de tener reyes el pueblo de IIsrael fue regido por profetas, Samuel fue al primero que Dios le habló directamente. Estas y otras historias puedes encontrarlas en el libro de Samuel. La historia que narró en este post, se encuentra en la biblia en 1ra Samuel 1, en el capítulo completo.
De esta historia me impresionan varias cosas:
1 La envidia de Penina. Algunas veces hay gente que tiene envidia de ti y pareciera que les molesta tu existencia, quizas estan tan amargados con su propia vida que no saben más que herir a los demás; Me he encontrado hasta comentarios desagradables en los blogs. Pero bueno esto no debe extrañarnos siempre hay gente así y hay que aprender a lidiar con eso.
2 El amor incondicional de Elcana, el la amaba tanto que pensó que era suficiente, pareciera ser que aveces el profundo amor de nuestros esposos no es suficiente, falta algo mas, ese integrante más.
3 Ana lloró con amargura, si leyeron bien amargura ¿cuantas veces nos sentimos tan mal, que aveces hasta amargura tenemos por dentro, cada desilusión, cada negativo, pareciera que nada estará bien, pero Ana no se quedo con su amargura... Ella abrió su corazón a Dios y le dijo todo lo que sentía, le confeso su deseo mas profundo. Aveces nos falta abrirnos, en mi caso confieso que aveces me duele hablar de lo que siento, hasta con Dios, ya cuando el corazón esta por estallarse le digo DIOS ¿que doloroso es esto?, y es bueno abrir nuestra alma, el desahogo es necesario, contarle los sueños a Dios y dejar todo en sus manos.
4 La consagración de la vida de Samuel, esta parte me eriza la piel, bueno Ana POR FIN logró tan anhelado sueño, DIOS cumplió y ahora es turno de Ana. Ella hizo una promesa, la promesa de consagrar a su hijo, ella fielmente entrego a Samuel a corta edad a Elí el sacerdote, para que fuese dedicado a Dios. Me impresiona en lo que Samuel se convierte, un profeta, líder de Israel. Creo que Ana nunca se imagino siquiera, el líder que acunaría en su vientre. Tener hijos es un enorme privilegio que conlleva una gran responsabilidad. Por eso cuando ese milagro se vuelve realidad, es de vital importancia darle el peso debido; por lo tanto la educación de los hijos y la consagración debería ser nuestro top en la lista de crianza.
Y termino con un versículo de Samuel, que es uno de mis favoritos.
PD
Aquí les dejo el link de la Parte I por si a alguien le apetece leerla:
http://carolinagmx.blogspot.mx/2015/04/infertil-olvidada-por-dios-parte-i.html
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